martes, 14 de diciembre de 2010


LA FAMILIA EGIPCIA


Familia egipcia



La más fuerte y apreciada virtud del pueblo egipcio era el amor y respeto de los hijos por los padres, que hacían extensivo a las relaciones de los súbditos para con el faraón. El palo, además de símbolo de clase acomodada, era el medio más empleado para obtener la obediencia del inferior. La mujer, por su parte, gozaba de igual trato que el hombre, heredando del padre al igual que sus hermanos.



Mujer egipcia

De casada, transmitía su apellido por delante del del marido. La familia numerosa era considerada como una bendición, y la escasa higiene reinante diezmaba las familias, imponiendo una selección de la que sobrevivían los más fuertes.
No solían utilizar mesas para comer, empleando esterillas para sentarse en el suelo. El agua del Nilo era estimada por encima de cualquier otra, no obstante lo cual el egipcio solía darse generosamente a la embriaguez. Entre los utensilios de mesa, los egipcios nos han dejado un notable muestrario, al que poco ha añadido nuestra civilización. Las vasijas para contener alimentos o bebidas se diseñaban para ser utilizadas como recipientes que sólo eventualmente se traían a la mesa.



vasija egipcia
 
En las relaciones sociales destaca la manera de saludar llevando la mano hasta la altura de la rodilla. Entre las damas, y al visitarse en sus casas, se ofrecían flores. La costumbre de elogiar la belleza ajena fue ya entonces signo de distinción. En el juego destaca el de la pelota fuertemente matizada de malabarismo. Algo que se asemeja al ajedrez, el juego del aro y el del calientamanos forman el núcleo principal de diversiones. Junto a éstas, el paseo a orillas de los canales completan las actividades sociales y ociosas de los egipcios.
Debido al clima benigno, las viviendas, salvo el caso se los ricos, apenas presentan comodidad. Los asientos de materia mineral y los de forma animal distinguen dos tipos muy diferenciados.
La indumentaria, reducida a un calzoncillo en los trabajadores, se ampliaba a un falcón o delantal en los casos de los nobles o clases acomodadas. Las mujeres vestían falda larga o ropaje amplio que descendía hasta el tobillo.
El arte de adornarse es tan antiguo como el hombre; en Egipto, se hizo famoso el cosmético denominado kohol, usado indistintamente por hombres y mujeres.
 


Vestimenta tradicional egipcia
La cabeza rapada en los hombres y niños facilitó un cráneo muy resistente, que, por otra parte, fueron grandes amantes de las pelucas. La barba, como distintivo divino, estaba prohibida, y sólo la usaban postiza los faraones en las ceremonias sagradas.

 LA AGRICULTURA, LA CAZA Y LA PESCA


Debido a las crecidas del Nilo, las tierras de sembrado precisan de pocos cuidados. El azadón, sin embargo pasó por las distintas etapas de evolución hasta llagar al arado.
 


Siembra
La siembra se reforzaba con la colaboración de animales que ocultaran la semilla a las aves. La cosecha del grano se practicaba de tres formas distintas, usándose instrumentos bastante parecidos a los que actualmente emplean nuestros campesinos.
La presencia de escribas es rasgo exclusivamente egipcio, el pueblo cuyo aparato administrativo era el centro de actividades importantes.
 La cebada y el trigo candeal, junto el mijo y el salvado, son los cereales más cultivados en Egipto. Las plantas acuáticas, especialmente el papiro, eran cultivadas en las zonas pantanosas que no podían dedicarse a los cereales.

Cultivo de granos
El cultivo de la vid culminada con el prensado del grano, que se practicaba de dos dos formas: pisando la uva o prensando el contenido de los sacos. La caza de volátiles, abundantísimos en las generosas orillas del Nilo, hacían de ella una profesión o un entretenimiento. La liga, la red y la flecha eran los medios más frecuentes.
 



 La caza mayor, leones, cocodrilos, hipopótamos y elefantes, se practicaba de dos formas por las clases acomodadas como diversión. Los pueblos que sufrían por su situación el vecindario del desierto practicaron diversas formas de cacería de algunos de estos animales. 

Caza
La del elefante, cortándole los tendones de las extremidades, es uno de los más arriesgados y deportivos.
La abundancia de pesca ahorraba a veces de la labor de organizarla técnicamente. Las crecidas del Nilo aportaban bancos completos de pescado que sólo había que recoger. La pesca con anzuelo y red se practicó pronto, y , como en tantos otros casos, los útiles empleados por los egipcios apenas han sufrido cabios importantes hasta nuestros días.

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